diumenge, de març 18, 2007

London: dia 2 (Viernes)

El segundo dia en Londres empezaba muy temprano...
El despertador suena. Y lo pongo para media hora más tarde. Estaba empachado del dia anterior... Y enresacado. Por lo que preferí dormir media hora más, a desayunar sin hambre.

Y luego el curso todo el dia... Hasta las 17... Y luego las despedidas... En realidad todos nos lo hemos pasado bien... Supongo... La mayoria van directamente al aeropuerto para volver a su casa. Otros nos vamos a Londres para aprovechar el viaje con un poco de turismo. 7 de nosotros nos metemos en un taxi para el centro de Londres. Primero se baja uno, después los demás, y me quedo solo con el taxista que me lleva hasta el hotel.

En el hotel me espera mi madre, y me la encuentro sólo con bajar del taxi... Llevaba un rato esperándome.
Dejé las maletas en la habitación. El hotel, el Holiday Inn Regent's Park, de 4 estrellas no está mal, pero tampoco estaba perfecto. Pero supongo que estaba muy bien para los estándares del centro de Londres... Porque eso sí que lo tenía: bastante céntrico, sin estar en el puro centro.

Para que os hagáis una idea, tras dejar las maletas y cenar, dimos un paseo por Shaftesbury Street y toda la zona del Covent Garden, el Strand Street, la zona de teatros y restaurantes, rozando el Soho, hasta el Thames... Lo cruzamos por un puente con vistas increibles al Big Ben, a la noria iluminada de Jubilee Gardens, y a una ciudad inundada de vida y luz... Con calles inundadas de vida...

Cenar, cenamos en La Vigne, un restaurante muy bueno (italiano) en Great Portland Street, muy cerca del hotel. Champiñones con soja, Bresaola, Calamares fritos y unos buenos espaguettis con albóndigas. Las pizzas también tenian buena pinta. Y la decoración, sencilla y con muebles de clásico estilo mediterráneo (p.e. las sillas), muy notable. Todo por 45 libras (unos 68 euros). Un precio muy aceptable para los estándares londinenses. Altamente recomendado.

Y después nada mejor que el ya mencionado paseo por la vida nocturna de los alrededores del Covent Garden hasta el Thames, de ida y vuelta hasta el hotel... Nos dieron la una, entre una cosa y la otra. Y yo me quedé frito enseguida que mi cuerpo se posó sobre la cama.

Una noche perfecta de transición curso-turismo... La mejor manera de empezar a descubrir Londres, buceando entre la vitalidad nocturna, admirando sus edificios, calles y ambientes, paseando... Y con mi madre... Ese ser fantástico con el que cada dia tengo menos oportunidades de compartir tiempo... Una gran oportunidad de pasar unos dias juntos...

Podia pedir más?

(Continuará)

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