divendres, de juliol 10, 2009

ÍNDIA XVIII: Dia en Jaipur (III)

Y así llegamos a la tercera y última parte de nuestra visita de un dia a Jaipur. Después de la visita al Jaigarh Fort nos dirigimos al Fuerte Nahargarh (fuerte del tigre).

Presidiendo los montes Aravalli, el fuerte Nahagarh supervisa la ciudad rosa de Jaipur. La vista de la ciudad desde el fuerte quita el aliento.
El Nahagarh Fort (1734) formaba, junto a los fuertes Amber (1592) y Jaigarh (1726), parte de un fortísimo anillo de defensa para la ciudad. Cuenta la leyenda que debe el nombre al Príncipe Nahar, cuyo espíritu moró el lugar y obstaculizó la construcción del fuerte, comenzada en 1734 por el Maharaja Sawai Jai Singh II.

Durante la revuelta Sepoy de 1857 sirvió como refugio para los Europeos que huían de la destrucción creada por los amotinados de los estados vecinos.

El palacio consiste básicamente en un gineceo de 9 habitaciones unidas por corredores y por un patio común.. Cada habitación era ocupada por una de las concubinas del maharajá, siendo la principal y presidencial ocupada por su esposa y favorita.

Sólo la entrada de dicha habitacion principal merece un silencio.

(...)

Las 'habitaciones' son en realidad apartamentos de 2 plantas y una terraza. La planta baja era utilizada en invierno mientras que la planta alta y la terraza eran utilizadas en verano.

Cada uno de los apartamentos tenía 'todo lo que una reina podía desear'. Un amplio armario-vestidor, una pequeña cocina individual y la correspondiente habitación.



Como se puede ver tanto en la foto de arriba como en la foto siguiente, las habitaciones están decoradas por preciosos frescos que todavía se conservan en un estado relativamente muy bueno.

Como dirían mis padres, este palacio es un perfecto ejemplo de piso de protección oficial. (La ironía familiar no tiene límites conocidos).

La que sale de espaldas en la foto con el pantalón verde es mi compañera de viaje >Test<.

Nahargarh también se conoce como la residencia de caza del Maharajá.

Lo mejor de todo es para mi el corredor (a modo de pasadizo secreto) que une las nueve habitaciones. El corredor, convenientemente cerrado con puertas, permitía al Maharajá elegir con cual de sus concubinas iba a dormir sin que las otras lo supieran y evitar así suspicacias y/o celos que pudieran dañar su estatus marital. No hay nada como tenerlo todo pensado.

En la foto se puede ver la profunidad del corredor, aunque se han perdido sus puertas en la historia.










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Desde el tejado de Nahargarh fort se podía ver la inmensidad de Jaipur. En concreto se puede apreciar en la foto siguiente el Jantar Mantar de Jaipur, en el centro de la imagen y pintado de un llamativo Ambar-amarillo...


Antes de dejar Nahargar para visitar ya Jaipur de una vez, >Test< Jaipur entre otras muchas cosas se conoce por sus comerciantes de piedras preciosas y semi-preciosas... Y por su comercio en general. Aunque nuestro objetivo principal era básicamente turístico. Y por eso nos dirigimos en primer lugar al Palacio de la Ciudad, también conocido como Ciudad Rosa (Pink City). Aunque Pink City normalmente se utiliza para referirse a la ciudad de Jaipur, no hay duda que el centro de la ciudad de Jaipur es el Palacio, residencia de Maharajás.

El Palacio de la ciudad de Jaipur era la residencia de la familia real de Jaipur. En realidad complejo palaciego, fué construido por el Maharajá Jai Singh II del clan del Rajput de los Kacchawahas. Aunque sus sucessores realizaron importantes modificaciones al complejo, éste muestra una rica combinación de las arquitecturas Mughal y Rajput. Las premisas del palacio comprenden la corte, los jardines y varios edificios y albergan interesantes variedades de armas y armaduras.

La visita es bastante interesante, pero lleva mucho tiempo, lo que me lleva a recomendar no prestar demasiado tiempo a este recinto, en caso de ir limitados de tiempo.

La última estación fue el Hawa Majal, básicamente porque el Jantar Mantar ya estaba cerrado por la hora que se nos había hecho, casi sin comer nada en todo el día. Y en este caso tampoco pudimos visitarlo por dentro, al estar cerrado también. Aunque lo realmente impresionante es entender el concepto que hay detrás del Hawa Majal.

Aunque el nombre signifique literalmente el Palacio de los Vientos, en realidad no se trata de un Palacio, sinó de unas gradas de lujo antiguas. Auténtico símbolo de la ciudad de Jaipur, se trata en realidad de unos palcos dónde la nobleza de Jaipur (especialmente las damas) observaban la vida cuotidiana, las procesiones y los desfiles que se realizaban por la ciudad con toda la privacidad y discrección posibles.

Construido en 1799 por el marahá Sawai Pratap Singh, formaba parte del Palacio de la Ciudad. Con sus cinco pisos y una lijera forma piramidal, contiene nada más que 953 ventanas pequeñas en su cara visible, por las que circulaba el viento que le dió nombre y que lo mantenía fresco incluso en verano. Está considerado máximo exponenete de la arquitectura Rajput.

La foto, muy buena, la sacamos con la ayuda de un comerciante local, que nos enseño un escondrijo, entrando en un local, perfecto para la foto.

Para agradecerselo y para satisfacer una de nuestras necesidades aprovechamos para comprarle a él y a un amigo suyo una serie de cosas, entre piedras semi-preciosas y camisetas...

Esta última foto, para reflejar el ambiente comercial de la calle principal de Jaipur.

Después de las compras, recuperamos al conductor, que estaba echado y muerto de aburrimiento en el coche y nos dirigimos de vuelta a casa...

Fuimos directamente a cenar al sitio de siempre, y esa noche dormimos profundamente. El cansancio acumulado ya empezaba a hacer mella...

A continuación... Shopping-day.
Para reponerse de un viaje tan duro, nada mejor que un dia de no madrugar y de compras por la Delhi...

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