diumenge, de novembre 16, 2008

Salvar Radio 3!!

De nuevo recibo un mail multitudinario que me hace pensar...
Me lo envia B. Y yo... Lo reenvio, aunque unos meses más tarde...
Quizás sea demasiado tarde... Pero más vale tarde que nunca... Y siempre puede ser visto como una retrospección...

30 años y Radio 3 se dispone a afrontar una de las mayores transformaciones de su historia. Dirigida a un público joven, la emisora ha sido referente de las vanguardias musicales y artísticas desde que echó a andar, en 1979. Tres décadas en las que se ha caracterizado por ser una radio independiente, crítica e imaginativa. Radio 3 fue desde su fundación un refugio para las manifestaciones culturales más vanguardistas, un hueco para la música que no encontraba difusión en los circuitos comerciales. Su frecuencia actuó como altavoz de las vanguardias musicales en todos los géneros, del pop al rock, pasando por la new age o la fusión. Creó también un lenguaje distinto en la manera de contar la información, abrió los teléfonos a los oyentes y apostó por el talento musical. Hoy, todos estos valores se han puesto en peligro.

Hace tan sólo unos meses saltaban las alarmas, los rumores que apuntaban a profundos cambios en la programación y en las voces que cada día hacían de Radio 3, la radio pública más independiente y cultural de toda Europa comenzaban a tomar forma. Incluso UGT denunciaba publicamente los proyectos de la dirección de la cadena para incorporar a 'algunas estrellas' procedentes de la radio comercial. Una estrategia que podría ser la puntilla al actual modelo. Por supuesto, no se habla del cierre de Radio 3, pero ¿que diferencia hay entre el cierre y el cambio total de contenidos?

Hace dos días se hacía pública la primera avanzadilla de cambios para la nueva temporada. Parece evidetente que el futuro de Radio 3 pasa por convertirse en una magacín en detrimento de la cultura musical. Y aunque hay cambios acertados, parece inevitable que esta primera 'reordenación' de espacios y contenidos atiende a un innegable gusto clasicista de su director Diego Manrique, y que no es más que un primer paso maquillante para con el tiempo eliminar completamente, y sin que nos demos cuenta, programas que durante años se han labrado un hueco importantísimo en los oídos de muchisimos españoles. El ejemplo más claro es el de Siglo XXI, que desde hace años (1996) ocupa las mañanas de lunes a viernes echando una buena ojeada a la evolución de la música electrónica. Un programa que empezó teniendo tan sólo media hora de duración y que con el paso de los años ha sabido consolidarse como el programa con más audiencia de toda Radio 3.

Ahora, con todo este atropello, abandona su horario habitual y encima se ve reducido en una hora. No podemos dejar que simplemente ocurra!


Pues eso...
A veces los progresistas piden que las cosas no cambien...
Ironías de la vida.

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