Vincular el LSD con las calcomanías podría tener su origen en una asociación de ideas errónea. Es bien sabido que el "ácido" suele recogerse en hojas de papel secante, de las que se van cortando minúsculas porciones para su venta. En general, estas hojas llevan estampado repetidamente un dibujo -Mickey Mouse, Snoopy, E.T., Bart Simpson, estrellas azules, etc-, con el que se indica la cantidad y posición de las dosis. La misma práctica han adoptado los fabricantes de drogas sintéticas, quienes suelen grabar en sus pastillas una infinidad de "logotipos" caprichosos, entre los que también figura el ratón Mickey e incluso Popeye.
La utilización de personajes de la cultura infantil y juvenil en el mundo de las drogas pudiera ser una reminiscencia del uso contra-cultural que se dio a la película Fantasía, de Walt Disney, a raíz de su reestreno en los años setenta. Se decía que los psiconautas de aquella época solían ir a verla bajo los efectos de la marihuana o el "ácido" a fin de explotar al máximo el poder alucinógeno de sus imágenes, un auténtico delirio pirotécnico, cuyo hilo conductor era la representación visual de la música clásica.
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Leyendas Urbanas en España (2001)
Antonio Ortí y Josep Sampere
Ed. Martínez Roca - Col. Booket
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