The Wire (Bajo Escucha)

The Wire - que en españa conservó su título original y el subtítulo "(Bajo escucha)" es quizás una de las mejores series de la historia. Y ésto no tanto por su popularidad, que obviamente és mucho menor que las estresantes 24 o Lost, y menor también que séries más monótonas como House o CSI.

De todos modos, tras haber disfrutado de todas y cada una de las temporadas de ésta magnífica série puedo decir, sin lugar a dudas, que se trata de la mejor serie que he visto nunca. Y cuando digo mejor no me refiero a la más espectacular... Sinó a la más cuidada, mejor trenzada, y más realista. (Ficha Filmaffinity)

El principio de la serie, en la primera temporada es bastante demoledor. Un policía de homicidios se pregunta por qué siempre pierden los juicios con cargos de asesinato contra los traficantes de droga. Y poco a poco se va urdiendo una trama que empuja a la creación de una unidad de vigilancia (escuchas telefónicas) que se las verá con la mafia de traficantes más peligrosa de Baltimore.

La producción de esta série fué ejemplar. Un reparto desconocido (prácticamente), incluyendo para los papeles secundarios incluso jovenes de la calle y de las esquinas que se interpretaban a si mismos.

Y poco a poco la primera temporada, basada en la escucha en si y en hacer un cruel retrato de lo más oscuro de la policía y lo más claro del mundo de la droga en los bajos fondos. The Hole. El agujero.

La segunda temporada, también brillante, gira alrededor del puerto de Baltimore y su submundo de trapicheos, incluyendo el de puerta de entrada de droga a la ciudad. Constantemente van apareciendo nuevos personajes y desapareciendo otros personajes... Siempre con la trama de las escuchas y la inteligencia aplicada al trabajo policial como verdaderos protagonistas.

La tercera temporada da un vuelco con la intención de prestar más atención al mundo de la política y su relación con el mundo -ya introducido y mostrado- de la policía y los bajos fondos. Para muchos la tercera temporada es la mejor de las 5. Para mi, The Wire es un todo, que tuvo la suerte de que solo la vieran 6 millones de personas en EEUU, propiciando su muerte joven y en su punto álgido, evitando un declive que pudiera empañar su memoria.

La serie, de forma brillante, va añadiendo variables a la ecuación. Una ecuación que empezó siendo bastante simple, incluyendo a la policía y a los traficantes. Que en la segunda temporada añadió a los proveedores. Que en la tercera temporada añadió a los políticos. Y que luego no los abandona.

La cuarta temporada es la temporada de las escuelas y de las elecciones. Sin abandonar las tramas policiales, y judiciales, y políticas ni a los traficantes, se añade a la ecuación complejísima de la realidad el fracaso de la educación, como motor de las fábricas de mano de obra (soldados) que nutren a las mafias.

La quinta temporada, se vuelve un poco demasiado ambiciosa. En esta ocasión la nueva variable de la ecuación eran los medios de comunicación: los periodistas. Y ese personaje tan polémico y desagradable como comprendido que és McNulty que cada vez aumenta su capacidad para buscarse problemas y enemigos.

Su ritmo es lento. Su actitud insolente. Y su audiencia, inteligente (por eso tenía poca).

The Wire es una obra de arte, como dicen algunas críticas.
The Wire (cada capítulo) es mejor que muchas de las películas que ganan Óscars.
The Wire es increible.