Mis (no) recuerdos

Es curioso que mis recuerdos mas antiguos no sean, de hecho, recuerdos, si no una serie de imágenes dispares discontinuas y limitadas desordenadas en mi imaginario, consistentes fundamentalmente en las fotos de mi infancia y las historias contadas por mis padres - tios - abuelos.

Entre ellas está mi nacimiento... En mi mente bailan las fotos... mis fotos de bebé... En aquellos álbumes de fotos ideados especialmente para incluir comentarios sobre mi peso, mi crecimiento, la salida de mis dientes, y mi fuerte carácter que ya entonces se dejaba entrever de acuerdo con los comentarios que mi madre religiosamente se encargó de constatar.

Otro de mis (no) recuerdos es el largo parto de mi madre... Y la anécdota de mi padre durmiendo mientrastanto, excusándose ahora en el hecho que alguien debía mantener la mente clara para todo el papeleo que se avecinaba.

Y así, encapsulados en anécdotas y álbumes de fotos, los fragmentos de mi memória más antiguos se perfilan borrosos y se reflejan en todo aquello que forja mi carácter....

Otro ejemplo podria ser la preocupación de unos amigos de mis padres por su pasividad ante mis inclinaciones artísticas con las paredes del pasillo del piso de Barcelona (y las ceras o plastidecor o rotuladores de turno). Un recuerdo ya real es mis padres mandándome a dormir en aquel piso cuando empezaba Canción Triste de Hill Street (Hill Street Blues)... O una placa-radiador en la que yo gozosamente fundía mis plastidecor y mis ceras. O una cruel foto en la que salgo disfrazado de Al Capone. O otra cruel foto que me sacaron un dia que me quedé literalmente dormido (frito) sobre un plato de espaguetti Bolognesa.

Podría seguir un buen rato...

Porque según me han contado, cuando era pequeño era ya un demonito... Cuando mis padres no estaban volvía loco a todo el mundo... Y con mis padres me portaba genial. Hasta que fui creciendo y mejorando en algunas cosas... y empeorando en la mayoría de cosas.

Recuerdo mis gamberradas. Como estar a punto de hacer arder el sofá de mis canguros por mis ansias pirómanas. Tengo algunas imágenes dispersas de mi primer colegio en Barcelona. Y recuerdo ver los delfines saltando al lado del barco que frecuentemente me llevaba de mi ciudad adoptiva por aquel entonces (Barcelona) a mi tierra natal (Mallorca). Recuerdo los aviones. Recuerdo las peleas con mis primos y los Vidals y Caldentey.

Tengo alguna imagen borrosa de mi guarderia... Recuerdo el carnicero y el tendero de mi primer barrio de Barcelona. Entonces empezó mi addicción a los polvorones El Patriarca (que tantos disgustos y alegrías me dan actualmente).

Y recuerdo ser el Catalán en Mallorca y ser el Mallorquín en Barcelona. Y por eso me duele cuando algun indocumentado fascista dice que son idiomas diferentes.

Los recuerdos y sobretodo los (no) recuerdos, són el primer paso hacia la consciencia de lo que somos. Seguiré contando, de vez en cuando, mis recuerdos y mis no recuerdos. Por si a alguien le interesa...