dissabte, de febrer 20, 2010

Fiesta de la Primavera

Si alguno pensara por el título de este post que se trata de alguna de esas macrofiestas exóticas con las hormonas a flor de piel, se equivoca. (Para los detalles de la macrofiesta por favor diríjanse a este enlace: http:\\laprimaveralasangrealteraycaraydequemanera.com).

En este post quería hablar del Año Nuevo Chino, más comúnmente llamado Fiesta de la Primavera, celebrado recientemente. Y es que como esta Semana Santa tenía pensado ir a China pues me encuentro estos días tramitando los papeles para que me dejen entrar al país. Pero no he podido avanzar nada precisamente porque los del consulado chino (¿los "consuladores"?) están de fiesta y me dieron largas (me contaron un cuento chino, vaya).

Según el calendario chino cada año es representado por un animal en una secuencia de 12 animales y este año no es el año chino del Gallo, como yo pensaba, sino que se trata del Año del Tigre: un ser independiente y arrogante; la palabra autoestima nació de su esencia; son tenaces, inteligentes, intuitivos, sutiles y tan suaves como agresivos; cerrando este cúmulo de características su belleza...

Y resulta que me entero de que nací en el Año del Perro... maldita sea... ¿un chucho sarnoso que pierde pelo por todas partes y que va husmeando orificios y genitales allá por donde va? Qué desilusión... ¡Qué vida más perra! (aunque ahora que lo pienso ya entiendo el porqué de esa manía mía de ir meando por las farolas... Pero solo cuando vuelvo a casa de fiesta de madrugada, ¿eh? Tampoco os penséis ahora que voy por ahí regando la ciudad a todas horas).

Que conste que no tengo nada en contra de los perros, pero es que ante la idea de ser un esbelto y orgulloso tigre de repente me llega la imagen de un raquítico perro-patada lamiéndose las pelotas y claro, pues pierde un poquito de glamour.

Pero una vez superado el disgusto me puse a pensar que ser un perro tampoco está tan mal: es cariñoso, juguetón, le dan de comer gratis... ¡¡y se puede lamer las pelotas!!

Sin embargo ahí comen perro ¡y a ver si me van a cortar el rabo y merendárselo entre pan y pan como si de un perrito caliente se tratase! Yo por si acaso dejaré de mear en los faroles, que parece que les tienen mucho aprecio.


En fin, espero que ningún ciudadano de China, o afines a ellos, se moleste por lo aquí vertido. Solo quiero añadir que tengo muchas ganas de visitar el país y disfrutar de su cultura, sus paisajes, su gastronomía y sobre todo de su gente... (que digo yo, que la naturaleza es sabia ¿no?, así que si me encuentro por ahí con alguna tigresa demasiado orgullosa, pues nada, me tendré que buscar a una perra, qué le vamos a hacer).

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