Decepción en el Rastro

Bien podría ser éste ("Decepción en el Rastro") el título de una de estas películas de serie Z que echan por la tele por la tarde los dias de cada dia, destinadas mayormente a distraer a l@s am@s de casa mientras ést@s se dedican a las tareas del hogar (planchado, fregado, etc., etc.).

Pero no. No es éste el caso. Decepción es la mejor descripción de mis sentimientos después de visitar, pasearme y ejercer de comprador en el Rastro... Mis padres vinieron a verme un fin de semana de Mayo a Madrid... Y decidimos en petit-comité, como es costumbre en nuestro núcleo familiar dedicar la mañana del domingo a visitar el famoso mercadillo popular de Madrid...

No sé por qué, tanto yo como mis padres ibamos con una idea más "cutre" de mercado, según la cual esperábamos encontrar ofertas más dispares y sorprendentes, pues ante nuestros sorprendidos ojos, resulta que el Rastro solo es un mercadillo más, como el de mi pueblo los Domingos (mi pueblo es Felanitx) pero a escala en lo que a dimensiones y participantes se refiere... Incluso me atreveria a decir que, proporcionalmente, el de mi pueblo es mayor ya que Felanitx tiene menos de 30.000 habitantes mientras que Madrid tiene unos ceros más (a la derecha), mientras que el ratio de tamaño del mercado no es tan considerablemente grande.

Vaya, que mucha fama y poca lana. A cada cual lo suyo.

Bueno, a pesar de eso mi madre se compró un bolso y no sé que más. Yo compré un regalo baratísimo pero cool y mi padre y yo nos compramos unas camisetas que -hay que reconocerlo- son preciosas.