En la playa de rocas dónde suelo ir siempre, en mi pueblo, hay un búnquer de la guerra civil española. Al ser una bahia relativamente grande era el lugar ideal para desembarcar por lo que alguien decidió construir un búnquer de defensa en la playa.
Este búnquer, que podéis ver en las fotos, esta tan integrado en el paisaje que ya forma parte de él, a modo de imagen bucólica de un pasado que fue. De hecho, se mantiene firme para recordarnos que hubo una guerra fraticida, que hubo perdedores, asesinatos, humillaciones, torturas. Todo lo que aporta una guerra a una sociedad.A veces cuando miramos estos búnquers no vemos todo lo que llevan implícito. Nos olvidamos de su historia a la vez que de la nuestra. Y paradójicamente, mientrastanto, el búnquer se convierte en estandarte de un paisaje lleno de calma y tranquilidad. De un paisaje de paz.
Este búnquer, que podéis ver en las fotos, esta tan integrado en el paisaje que ya forma parte de él, a modo de imagen bucólica de un pasado que fue. De hecho, se mantiene firme para recordarnos que hubo una guerra fraticida, que hubo perdedores, asesinatos, humillaciones, torturas. Todo lo que aporta una guerra a una sociedad.A veces cuando miramos estos búnquers no vemos todo lo que llevan implícito. Nos olvidamos de su historia a la vez que de la nuestra. Y paradójicamente, mientrastanto, el búnquer se convierte en estandarte de un paisaje lleno de calma y tranquilidad. De un paisaje de paz.
Tant de bo tothom pogués entendre-ho!!
ResponEliminaTant de bo. :D
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