En una pareja, generalmente, ella se queja de que él no la escucha y él de que ella habla demasiado. Cuando se está frente a un
conflicto la mujer tiende a hablar al respecto y el hombre prefiere esperar a que las aguas se calmen. En definitiva,
los varones eligen el silencio y las féminas, las palabras. Un estudio británico reveló hace pocos días que los tonos femeninos abarcan toda el área auditiva del cerebro, mientras que la voz del hombre requiere del sector subtalámico.
El informe se realizó a través de una tecnología especial para poder captar los movimientos de la misma manera que pueden visualizarse en una resonancia magnética.
“Las mujeres tienen una voz con sonidos más complejos”, aseguró uno de los investigadores a cargo, Michael Hunter, profesor de la Universidad inglesa de Sheffield.
Este hallazgo pretende demostrar por qué el hombre no puede sostener la atención en el dialogo con la mujer durante mucho tiempo.
“Las mujeres se quejan de que nosotros no prestamos atención cuando hablan o nos desconcentramos, pero detrás de esto hay un fundamento científico que ahora se puede explicar”, comenta el especialista en otorrinolaringología mexicano Vicente Juárez Saavedra.
Es más, “un esfuerzo en atender durante mucho tiempo la conversación femenina podría afectar la zona cerebral masculina”, indica el profesional.
COMUNICACIÓN MASCULINA Y FEMENINA
Ambos sexos suelen diferenciarse a la hora de encarar una comunicación. Las mujeres hablan en forma circular, mientras que los hombres son más directos y simples para manifestar sus pensamientos.
La resonancia fue efectuada en doce voluntarios varones y se comprobó que la voz masculina y la femenina activan diferentes áreas del cerebro. “El sonido que percibimos, dependiendo del género es recibido y procesado de manera distinta”, confirma Saavedra.
El autor del estudio explica que la mujer emite un rango de frecuencias de sonido más complejo que las del hombre debido a diferencias en el tamaño y forma de sus cuerdas vocales y su laringe.
Lo que hace el hombre es simplemente “desconectar” debido a una razón fisiológica. “La diferencia en la recepción explica las dificultades de los varones para mantener una larga conversación con una mujer”, relata Saavedra, intentando confirmar la explicación científica del especialista británico.
El tono suave y melódico de la mujer provoca la dispersión masculina. Según los especialistas, “más allá de toda broma, si una mujer quiere conversar con un hombre, lo deberá hacer en períodos cortos y si no es posible tampoco eso, habrá que dejar las conversaciones para las amigas”, comenta sonriendo Saavedra.
La mujer cree en el intercambio comunicacional. El hombre teme que las palabras lo confundan o comprometan.
“En una relación de pareja podemos ver que el hombre no es que no le guste hablar, sino que no sabe cómo hacerlo.”, comenta el psicólogo chileno Nicolás Amenábar.
“Hay una predisposición fisiológica como revela el estudio, pero también cultural a la diferencia en la recepción del mensaje”, continúa diciendo el especialista.
Ahora que parece existir justificación que alivia las conciencias, lo ideal es encontrar un punto medio. Intentar conversar en capítulos para que él no se canse ni desconcentre.
Es la idea más coherente ya que es muy difícil hacer que una mujer espere a otro momento para mantener una conversación que necesita ser expulsada.
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