El libro en cuestión... no sé cómo llegó a mis manos. No sé si fue un regalo de mis padres... No lo sé. Simplemente. Ni siquiera podría decir cuánto tiempo ha estado en una estantería polvorienta esperando su turno en mi apretada agenda de lecturas... Seguramente el año y medio que pasé luchando por la libertad de la tierra media no le ayudó mucho. Pero al final la espera valió la pena y la correcta edición de IKUSAGER de este interesante personaje llegó a mis manos.
Serguey es un personaje interesantísimo. Aunque el Vodka consumió su vida a muy temprana edad, (a los 49 años), y acortó su potencial genio, quizás el mismo Vodka también fuera un colaborador clave en la composición de este libro. Su genio no radica tanto en una imaginación terrible, como en una implacable y cínica capacidad para fotografiar sus vivencias con palabras. (Ver página wikipedia)
Humor. Cinismo. Ironía. Una enorme capacidad de plasmar los tonos más ocres de cualquier situación. Almenos ese es el caso de "El compromiso", libro que escribió en 1981. En él, doce compromisos conforman una serie de relatos acerca de sus experiencias y anécdotas en la estonia soviética, en los tiempos de la URSS, en los que ejercía de 'periodista' entre trago y trago de Vodka.
Fundamentalmente "El compromiso" es un ácido retrato de la profesión de periodista. Muchos dirán que esa era la realidad del comunismo soviético. Que el periodismo estaba manchado por la censura del régimen. Y es cierto. Pero uno lee hoy en dia la prensa y, tras leer el libro, se imagina un montón de periodistas borrachos, que beben para superar la vergüenza de pertenecer a ese gremio, tan manipulado, tan desprestigiado. De estar sometidos a otra dictadura muy diferente de la de Dovlátov.
Esta reflexión acerca del periodismo, debería formar parte de la lectura obligada de todo periodista. Su alto contenido de realidad convierte a esta pequeña novela (más o menos autobiográfica) en la confirmación de que el periodismo siempre ha adolecido de los mismos problemas, independientemente del régimen al que sirva. Ya no existen periodistas. Quizás nunca hayan existido. Sólo se pueden encontrar empleados de propaganda de una idea u otra.
El libro también me ha recordado que el mundo está plagado de absurdos... Porque sólo la realidad podría crear personajes y situaciones tan absurdas como las que narra Dovlátov.
Leed los pequeños destellos de calidad que estoy citando estas semanas en el blog, y dejad que os invadan las ganas de submergiros en esta lectura.
Para mi ha sido el libro sorpresa del año 2011. Aunque no se me olvida que se publicó en 2005! ;)
Y ya me he apuntado en la agenda
"Comprar La maleta (1986) de Serguey Dovlátov"
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